Inician su formación dentro de los huesos maxilares aproximadamente a los nueve años de edad, la corona queda completamente formada alrededor de los 14 años e inicia su erupción (salen) en la cavidad bucal entre los 17 y 19 años.
Cuando los molares del juicio tienen suficiente espacio en los maxilares para poder erupcionar verticalmente, lo harán y podrán funcionar en forma adecuada como cualquier otro molar.
¿Ahora, qué pasa si no hay espacio adecuado para que salgan completamente?
La respuesta es: quedan atrapados total o parcialmente en el hueso llamándosele a esto inclusión dentaria.
Estas inclusiones dentarias pueden causar los siguientes problemas:
1.- Caries dental producida por el cúmulo de placa bacteriana entre el segundo y tercer molar, debido a lo difícil que es limpiar adecuadamente esa área. Esta lesión cariosa es de rápida evolución.
2.- Infección de la encía alrededor del tercer molar incluido o parcialmente erupcionado es muy frecuente. En la boca existen bacterias, las cuales pueden penetrar por detrás el segundo molar e iniciar una infección en la encía del tercer molar, causando inflamación y dolor en esa área.
3.- Infección crónica en el hueso provocando la destrucción de éste a nivel del tercer molar, pudiéndose propagar hacia los molares, corriendo el riesgo de perderlos también.
4.- Constante presión del molar del juicio puede destruir gradualmente la parte posterior del segundo molar. El paciente no tiene molestias hasta que es demasiado tarde.
5.- Formación de quistes de origen dental dando como resultado una cavidad anormal en el hueso que requiera de una intervención quirúrgica para quitarlo.
6.- Terceros molares incluidos pueden causar dolores de tipo neurálgico, que se irradian hacia la cabeza, cara, oídos, cuello y dientes superiores o inferiores.
7.- Cuando los terceros molares no tienen espacio suficiente para su erupción en la boca, presionan los demás dientes causando que se muevan y se desalineen.
8.- Los molares del juicio actúan como factor predisponente para que se presenten problemas (dolor y chasquido) en las articulaciones de la mandíbula con el cráneo.
Conclusiones: Como podemos observar los terceros molares causan muchos y variados problemas, por lo que recomendamos que las personas que tengan una o más de las complicaciones enumeradas, se efectúen la o las extracciones de estos molares por su propia conveniencia.
Las extracciones tempranas (entre los 14 y 17 años) de posmolares del juicio, es la mejor alternativa de tratamiento para así evitar en lo posible futuras complicaciones.
Otra alternativa es realizar desgaste entre los molares (primera y segunda) para asi darle espacio a la muela del juicio a seguir erupcionando, una vez que tenga mejor posición se podrá extraer.
1.- Caries dental producida por el cúmulo de placa bacteriana entre el segundo y tercer molar, debido a lo difícil que es limpiar adecuadamente esa área. Esta lesión cariosa es de rápida evolución.
2.- Infección de la encía alrededor del tercer molar incluido o parcialmente erupcionado es muy frecuente. En la boca existen bacterias, las cuales pueden penetrar por detrás el segundo molar e iniciar una infección en la encía del tercer molar, causando inflamación y dolor en esa área.
3.- Infección crónica en el hueso provocando la destrucción de éste a nivel del tercer molar, pudiéndose propagar hacia los molares, corriendo el riesgo de perderlos también.
4.- Constante presión del molar del juicio puede destruir gradualmente la parte posterior del segundo molar. El paciente no tiene molestias hasta que es demasiado tarde.
5.- Formación de quistes de origen dental dando como resultado una cavidad anormal en el hueso que requiera de una intervención quirúrgica para quitarlo.
6.- Terceros molares incluidos pueden causar dolores de tipo neurálgico, que se irradian hacia la cabeza, cara, oídos, cuello y dientes superiores o inferiores.
7.- Cuando los terceros molares no tienen espacio suficiente para su erupción en la boca, presionan los demás dientes causando que se muevan y se desalineen.
8.- Los molares del juicio actúan como factor predisponente para que se presenten problemas (dolor y chasquido) en las articulaciones de la mandíbula con el cráneo.
Conclusiones: Como podemos observar los terceros molares causan muchos y variados problemas, por lo que recomendamos que las personas que tengan una o más de las complicaciones enumeradas, se efectúen la o las extracciones de estos molares por su propia conveniencia.
Las extracciones tempranas (entre los 14 y 17 años) de posmolares del juicio, es la mejor alternativa de tratamiento para así evitar en lo posible futuras complicaciones.
Otra alternativa es realizar desgaste entre los molares (primera y segunda) para asi darle espacio a la muela del juicio a seguir erupcionando, una vez que tenga mejor posición se podrá extraer.
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